lunes, 7 de agosto de 2017

Convivencia

Hay algo entre Pasito de Gigante y yo que me impide dejarlo. Llevo meses pensando que "este será el último post" pero, después me arrepiento y sigo acumulando ideas para poder publicar algo más adelante.

En esta situación me encontraba, a punto de dejarlo, cuando leyendo "Sopa de pollo para el alma" di con este poema:



Los niños aprenden lo que viven
Si los niños conviven con críticas, aprenden a condenar.
Si los niños conviven con hostilidad, aprenden a ser agresivos.
Si los niños conviven con miedo, aprenden a ser cobardes.
Si los niños conviven con compasión, aprenden a compadecerse de sí mismos.
Si los niños conviven con ridículo, aprenden a ser tímidos.
Si los niños conviven con celos, aprenden a sentir envidia.
Si los niños conviven con vergüenza, aprenden a sentirse culpables.
Si los niños conviven con tolerancia, aprenden a ser pacientes.
Si los niños conviven con estímulo, aprenden a confiar en sí mismos.
Si los niños conviven con elogios, aprenden a apreciar a los demás.
Si los niños conviven con aprobación, aprenden a valorarse a sí mismos.
Si los niños conviven con aceptación, aprenden a encontrar amor en el mundo.
Si los niños conviven con reconocimiento, aprenden a tener un objetivo.
Si los niños conviven con solidaridad, aprenden a ser generosos.
Si los niños conviven con sinceridad, aprenden que es la verdad.
Si los niños conviven con ecuanimidad, aprenden qué es la justicia.
Si los niños conviven con amabilidad y consideración, aprenden a respetar a los demás.
Si los niños conviven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en quienes les rodean.
Si los niños viven con afecto, aprenden que el mundo es un maravilloso lugar donde vivir.


Dorothy Nolte 

La reflexión está clara: ¿con qué conviven tus hijos?


No se trata de enmascarar los errores o de mirar hacia otro lado cuando hay un mal comportamiento, se trata de educar desde el afecto, ofreciendo seguridad y coherencia en nuestras decisiones y actuaciones.

Hagamos de este verano un momento de convivencia con la tolerancia, el estímulo, los elogios, la aprobación, la aceptación... ¡Es la mejor manera de aprovechar las vacaciones!