jueves, 28 de noviembre de 2013

Milagros de hoy

Los milagros ocurren. La vida en sí misma lo es. El ser que se forma en el vientre de la madre es una maravilla que debemos agradecer y cuidar como el mayor de los tesoros.

La lucha de los padres por lograr lo mejor para sus hijos puede ser muy dura si lo mejor es lograr sobrevivir un día y otro y otro... Vivir.



Y todo lo demás son "tonterías".

domingo, 24 de noviembre de 2013

Miniartistas

Dice Piaget que "la educación artística debe ser, antes de nada, la educación de la espontaneidad estética y de la capacidad de creación que el niño manifiesta". Y añade que "menos aún que cualquier otra forma de educación, no puede contentarse con la transmisión y la aceptación pasiva de una verdad o de un ideal completamente comparado", ya que según él, "la belleza, como la verdad, no tiene valor si no es recreada por el sujeto que la consigue".



Trabajar la expresión plástica es una predisposición cognitiva para el aprendizaje de la lecto-escritura. Supone llevar a cabo actividades de percepción y discriminación visual, coordinación viso-motora, control grueso y fino de la motricidad, desarrollar los sentidos, etc. Ambas actividades, lecto-escritura y plástica, son fuente de placer, fantasía, diversión, comunicación y creatividad. El propio Piaget demuestra que para que el lenguaje se pueda utilizar es necesario que el niño sea capaz de utilizar los símbolos.


Para empezar a representar el mundo el niño debe armarse: lápiz en mano hay que dejarle experimentar. No condicionemos materiales, colores, figuras o soportes en los primeros garabatos. Es importante que el niño haya alcanzado la independencia segmentaria así como la coordinación óculo-manual para poder desarrollar el gesto gráfico.

Según va avanzando en edad, a partir del año y medio aparecen los garabatos como elementos principales de todas sus creaciones. Preceden al grafismo y Suelen ser espontáneos y descontrolados, realizados a modo de juego. 


Cuando la coordinación ojo-mano mejora aparecen nuevos movimientos: garabatos controlados cuyos trazos son más largos y de colores variados. Una vez dominadas las herramientas y los soportes el niño da nombre a aquello que ha pintado (garabato con nombre) y lo asocia a un elemento de la realidad. Entre los 2 y los 3 años la intención del pequeño artista es representar le mundo que él ve. 


A los 4 y 5 años ya hay intención y dominio corporal por lo que ya es capaz de hacer formas reconocibles (a veces sólo para él) y a partir de ahí... personas, casas, árboles... buscando imitar la realidad.  En esta etapa el niño posee una fantasía e imaginación notables que se pueden observar en el simbolismo y el animismo infantil.



A los 6 los dibujos son claramente distinguibles, sobre un tema determinado y dispuestos a ser un código de símbolos gráficos que la mayoría podemos interpretar.


martes, 19 de noviembre de 2013

Doble ración

Lo habíamos visto antes, en Love me tender, love me true. Me parece una imagen tan bonita, tan impresionante, tierna, emotiva, milagrosa... 


Algunos lo llaman envidia...

sábado, 16 de noviembre de 2013

¿Me entiendes?

Los textos son sumas de frases compuestas por decenas de palabras elaboradas por una serie letras ordenadas en cierta disposición que pueden ser decodificados auditiva y visualmente por el lector o el oyente, dando lugar a la comprensión de cierto mensaje.



De aquí se extrae que para la lectura y la escritura se requieren muchas más habilidades que el mero reconocimiento de las letras.

La conciencia fonológica es la habilidad de asociar fonema (sonido) - grafema (letra escrita) es un proceso previo al aprendizaje de la lecto-escritrua que en la mayoría de los casos facilita dicha tarea. Se trata de que el niño reconozca bien cada uno de los sonidos que forman una palabra y los asocie a la letra que la representa según el alfabeto. Este proceso requiere capacidad de análisis y discriminación auditiva, atención, establecimiento de relaciones lógicas entre fonemas, la distinción entre el sonido inicial, medio y final, entre otras habilidades. 




El entrenamiento de esta habilidad se puede llevar a cabo con actividades como: reconocer palabras presentadas como dibujos, dibujar palabras habladas, decir una palabra (autobús) y que el niño busque otros dibujos de palabras que empiecen por la misma letra (árbol, arcoíris, armario...) o que busquen las que empiezan con sonido diferente, agrupar palabras por el sonido que tienen en común (Casa, peCa, oCa, saCo, músiCa...), rimas o trabalenguas.



Trabajando la conciencia fonológica podemos, por un lado prevenir posibles problemas de aprendizaje muy relacionados con la eficacia lectora y la comprensión y por otro, detectar, si las hubiera, dificultades de aprendizaje relacionadas con la audición o la vista que son los sentidos que intervienen en mayor grado en la lecto-escritura.


No obstante, el cerebro va mucho más allá y aprende y se desarrolla por muchas vías ajenas a la conciencia fonológica.



Los estudios sobre conciencia fonológica evidencian que su entrenamiento ayuda a los niños a aprender a leer, es más, es un factor causal de la velocidad y la eficacia de dicho aprendizaje. Todo ello puede tener unas consecuencias positivas directas tanto a nivel de comprensión lectora y lectura eficaz como de comprensión oral. 

Aunque parezca imposible no hay en Internet ni un sólo vídeo de esta frase célebre...


lunes, 11 de noviembre de 2013

La historia se repite

Para terminar, por el momento, con el tema de los celos cerraremos la trilogía con este post.

En ocasiones el fenómeno del príncipe destronado se repite varias veces en una misma familia. Si llega un tercer (o cuarto, o...) hermano, le toca al segundo abandonar el trono. En general los celos son menos acusados en el resto de hermanos en comparación con los que sufre el primogénito ya que éste nunca ha sido hijo único temporal.


El segundo recibe atención de sus padres y de su hermano mayor pero no tan sólida como la que recibió el primero. Que su hermano mayor sea un guía es un estímulo para su desarrollo pero también un modelo a seguir que, por su inmadurez, no siempre es el adecuado. Es importante la supervisión del adulto en estas circunstancias para ayudarle a construir una imagen del mundo y unos esquemas cognitivos adecuados.

Y para colmo, ¡llega el tercero! Siendo una circunstancia genial y favorable para cualquier niño la de tener un hermano, no deja de ser un handicap para el Pequeño, que de forma automática se convierte en el mediano, el segundo, el de en medio, ¡¡¡el sandwich!!!


En esta circunstancia son muy útiles los planes familiares, en los que todos se diviertan, dar encargos de manera que cada niño se sienta responsable de algo y le sea reconocido su esfuerzo y trabajo independiente al de los demás, realizar alguna actividad con él y sin los demás en la que se sienta "importante" o la colaboración del mediano en los cuidados del nuevo. Y por supuesto: equidad, justicia, evitar las comparaciones, cariño y paciencia. Es pequeño y está emparedado por dos grandes protagonistas. 


Demos a cada niño la oportunidad de llegar a ser lo mejor que puede ser, con la ayuda de los padres, hermanos y profesores. El entorno hará que los celos se queden en una anécdota y que, a quien un día arrebataron el trono, sea quien lo ceda generosamente en el momento menos pensado.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Caín y Abel

Siguiendo con el tema del último post...



Uno de los principales motivos por el que surgen los celos en el primogénito es la necesidad de  monopolizar a la madre ante el riesgo de "perderla". A nivel psiquiátrico se conoce como el Complejo de Caín y suele reflejarse más intensamente en el hijo mayor cuando tiene un hermano que en los siguientes descendientes. El hermano mayor que sufre celos lo pasa mal y lo refleja en otros ámbitos como el sueño, la alimentación, el control de esfínteres, agresividad... Su herramienta de defensa es el mal comportamiento, consiguiendo así que sus papás estén pendientes de él.

El primer hijo paga la novatada de los padres y además vive la pérdida de protagonismo y la falta de atención (lógica, él ya es mayor y el bebé necesita muchos cuidados). Es importante que el efecto de la llegada de un hermano no trastoque, en la medida de lo posible, la vida de la familia: no cambiar de habitación al mayor, solicitar su ayuda en los cuidados "del nuevo", dedicarle un tiempo en exclusiva, evitar exceso de alabanzas al bebé y no hacer comparaciones de los hermanos.


Los celos son educativos si se enfocan bien. En la vida los niños se van a encontrar con muchas novedades, inseguridades, competidores, frustraciones... El hogar es el mejor lugar de entrenamiento para el futuro. Además ayudan al desarrollo de virtudes como la paciencia, la generosidad, el servicio a los demás... 

Tenemos que minimizar los efectos negativos y potenciar los positivos; pero, sobre todo, saber perdonar y corregir comprendiendo que no hay maldad, sólo necesidad de afecto.


lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Y a mi?

Tras el nacimiento del segundo hijo, como comentábamos en uno de los primeros posts, el primero queda destronado y pierde su poder sobre los papás y adultos que le rodean. El instinto innato que se despierta para su adaptación social es lo comúnmente llamados celos, respondiendo a ese sentimiento de abandono y de desprotección en el que se ve inmerso el niño.


Si se canalizan bien, los celos son una experiencia constructiva que van a permitir al niño conocer virtudes como la generosidad o el esfuerzo y a la vez van a permitirle descubrir en un entorno confortable los primeros sinsabores de la convivencia y la competencia social.

Con un ambiente adecuado y una actitud de los padres correcta (fijar normas y hacerlas cumplir justamente, poner los mismos límites, no interferir si los hermanos pueden resolver los problemas por sí solos...), esta rivalidad se transforma con el tiempo en amistad y complicidad.


Según indica el Dr. Paulino Castells en su libro Nuestros hijos y sus problemas, los celos. más comunes son los denominados celos funcionales o de beneficio. Son aquellos por los que un niño pretende lograr algo de sus padres que lo sitúe por encima de su hermano "invasor". No es tanto agresividad contra éste como competición por conseguir más atención o afecto. 


Los celos funcionales surgen de manera inconsciente pero, cuando los niños comprueban los beneficios de tenerlos los transforman en "herramienta de chantaje". Por ejemplo, cuando se le compra algo al pequeño, el mayor pide: ¿y para mí?. Si los papás compran algo para el mayor "para que no tenga celos", el mayor interioriza esta relación causa efecto repitiendola en cada situación que le es posible.

Como dice el refrán "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio". Si queremos atajar los celos de raíz lo mejor es no transigir. El niño debe comprender que hay días y momentos de protagonismo diferentes para cada hermano (si es el cumple del hermano, el pastel y los regalos son para él). Desde luego, dando siempre el mismo cariño e igualdad de oportunidades, los hermanos deben comprender que no son iguales y por eso se establecen ciertas diferencias en el transcurso del día. 


Eso sí: "¡Te quiero mucho Bebé, y a tí también Hermano Mayor, os quiero mucho a los dos!"