martes, 25 de febrero de 2014

Dolor de madre

Al hilo de lo que decíamos en un post anterior, hay cosas que sólo una madre (o un padre) puede alcanzar a sentir.

La familia es una realidad que no se puede organizar didácticamente.

Se educa por lo que se es, más que por lo que se hace; y mucho más que por lo que se dice.




La vida pasa muy rápido, que los niños sepan en todo momento cuánto los queremos y los necesitamos. Ser madre o padre es mucho más que parir; es acompañar hasta el último momento, es dejar de sentir el frío polar cuando a uno de ellos les pasa cualquier cosa. 



sábado, 22 de febrero de 2014

Tienes un e-mail

En Juego de niños vimos lo que podía ser una situación escolar complicada. Cualquier persona, por su carácter social, está abierta a las relaciones sociales y por ello expuesta a las opiniones de los demás al respecto de sus actos, de sus pensamientos y de su físico. Hay gente que no solo opina, que también critica; y lo que es peor, hay gente que juzga.

Internet es un arma muy agresiva en este sentido. Es una manera fácil y relativamente anónima para acosar, intimidar, insultar o difamar sobre alguien. Si estas actuaciones ya son dolorosas para el que las recibe cuando se producen de viva voz, son mucho peores cuando se difunden a través de redes sociales y quedan escritas para una gran cantidad de gente, convirtiendo a la víctima en un objeto público de burla.



Es importante desarrollar en los niños dos aspectos, que a mi modo de ver, son fundamentales para la convivencia:

- El espíritu reflexivo y crítico. La capacidad de razonar y tomar decisiones en base al propio conocimiento y al propio pensamiento, de manera que nuestras acciones sean coherentes con nuestros pensamientos.

- La autoestima. La capacidad de estimarse a uno mismo tal cual es, con aspiración de mejorar como persona pero con la convicción de que uno es lo suficientemente bueno y valioso para sí mismo y para los que le rodean.

Estas dos virtudes las posee esta presentadora de USA y creo que resume bien esto que venimos diciendo.

viernes, 21 de febrero de 2014

Juego de niños

Los niños pasan muchas horas en el cole. En ese tiempo establecen relaciones afectivas con sus compañeros y sus profesores, pero éstas no siempre son recíprocas. Es el primer choque con la cruda realidad. Los primeros éxitos y fracasos en nuestras relaciones sociales se dan en este entorno. Pero ni los unos ni los otros son siempre 100% responsabilidad de uno mismo.



Hoy en día, el acoso escolar, el maltrato entre iguales, el bullying o como se le quiera llamar es una realidad que marca la infancia de algunos niños, demasiados. Hay muchas maneras de que un menor acose o discrimine a otro: 
- Físico: Agresión física directa (conductas como pegar, golpear, empujar, dar collejas o realizar agresiones físicas colectivas) o agresión física indirecta (dañar las propiedades de la víctima). 
- Verbal: se trata de desprestigiar o difamar a la víctima con la intención de aislarle socialmente. Incluye conductas como insultar, poner motes y hablar mal del otro. No se debe confundir con una falta de educación. 
- Social: pretende provocar el aislamiento de la persona con respecto a su grupo de referencia al no dejarle participar en las actividades, ignorándole y marginándole. En algunos casos, los profesores pueden asociar el aislamiento de la víctima a su propia personalidad porque se trata de una persona con dificultades para relacionarse socialmente. 
- Psicológico: aunque todas las formas de maltrato anteriores tienen elementos psicológicos, cuando hablamos de esta forma de maltrato nos referimos a aquel acoso que provoca una disminución de la autoestima, y genera inseguridad y miedo. Los maltratadores tienden a burlarse de la víctima, la infravaloran y humillan.
- Cyberbullying: acoso llevado a cabo a traves de las nuevas tecnologías mediante insultos en las redes sociales, persecución telefónica, amenazas, suplantación de la identidad...


No debemos detectar maltrato en cada acto que nos rodea, hay que tener muy en cuenta si son conductas aisladas o repetitivas en el maltratado o acosador.

Las víctimas de dicho acoso suelen presentar cinco patrones de conducta:
- Conductas de miedo, huida y evitación: faltas a clase reiteradas, sale el último del colegio o de la clase, cambia de ruta en su trayecto diario, evita hablar de su día a día en el colegio.
- Conductas depresivas: llantos, ansiedad, tristeza, irascibilidad, 
- Conductas ansiosas, conductas que expresan inseguridad: nerviosismo, baja autoestima, busca la compañía del adulto, soledad.
- Dificultades en las relaciones sociales: aislamiento social, búsqueda de amigos de cursos inferiores, adopta el rol de bufón, no tiene amigos ni participa en las actividades colectivas de la clase.
- Descenso del rendimiento académico: es gradual y va acompañado de distracciones constantes, pérdida de interés.

Otras alarmas que pueden saltar es que la víctima pida dinero o algunos objetos sin especificar el motivo (para entregárselos al acosador), presenta lesiones físicas inexplicables, habla de pérdidas constantes del material escolar o del bocadillo, recibe llamadas telefónicas extrañas o muy numerosas tras las cuales se muestra alterado.



Las víctimas son, generalmente, personas inseguras, débiles, sensibles, con baja autoestima y una autopercepción social negativa. Suelen ser personas solitarias y con escasas relaciones sociales, muy apegadas a su familia, lo que aumenta el rechazo.
La situación de maltrato incrementa su nerviosismo y provoca incluso trastornos de ansiedad, lo que les lleva a percibir el centro de forma negativa, de manera que tienden a evitarlo y desarrollan conductas absentistas.

A pesar de lo que pueda parecer, los agresores son alumnos cuyo nivel de integración escolar es bajo. Lo que pretenden con esa conducta es dominar a los demás y buscan su propio beneficio. Emplean la violencia verbal y física comportándose de forma disruptiva en el centro.



Esta actitud se debe evitar inculcando tanto en casa como en el colegio valores como el respeto, el compañerismo, la riqueza de la diversidad, la bondad y la valentía. Y, sobre todo, debemos fomentar la autoestima de nuestros niños haciendo de ellos personas seguras en sí mismas y capaces de evitar y enfrentar situaciones como estas.



Nota: Información extraída del Manual de la asignatura Educación y convivencia dentro y fuera del aula. UNIR 2012.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Una triste animación

Cuanto podemos llegar a aprender de quien, a primera vista, menos parece que puede enseñarnos...

Preciosa historia, basada en un triste caso real.

Si no habéis tenido la oportunidad de ver el corto todavía, os tendréis que conformar con el trailer. Si tenéis oportunidad, ¡vedlo! Es educativo, remueve conciencias, trabaja el compañerismo, el altruismo, la esperanza, la amistad, la vocación...


Según publican en ABC: "Desde el Twitter oficial de la película (@Cuerdas_corto) han informado que el cortometraje ha sido subido a la red desde una cuenta no oficial, y piden la no difusión del vídeo hasta que puedan contactar ellos directamente con los canales para bloquearlos. Su objetivo es poder inscribirlo a ciertos festivales que, en el caso de estar ya subido en la red, podrían rechazar la pieza. Sustituimos el cortometraje por su trailer y quedamos a la espera de que lo lancen de forma oficial para publicarlo"; a lo que me uno.


CUERDAS trailer from lafiestapc on Vimeo.

En casos así no hay tiempo perdido ni tiempo que perder. Todo lo que le dediquemos a los niños es una inversión en su felicidad y en su futuro, sea cual sea.



domingo, 16 de febrero de 2014

Amor de madre

Facebook es una fuente de información e intercambio de contenidos inmensa. Muchos de ellos son desechables, ni siquiera cumplen con su objetivo de entretener o hacer gracia. Pero a veces...






No es solo el parir lo que la convierte a una en madre. El querer y el educar, el tiempo y la dedicación, los sacrificios, los esfuerzos físicos y económicos. Una vida vivida a través de la suya.

Esto también circula por la misma red social:

El ser madre:
 15 cosas que cambian en tu vida cuando nace tu bebé....
 1. Descubres en tu interior una fuerza que te agarra de sorpresa y hasta te asusta por su intensidad. Te sientes como una leona, preparada para defender a tu "cachorrito" con tus propias uñas y dientes.
 2. Te das cuenta que puedes ir más allá de tu límite, y del límite de tu límite, y del límite del límite de tu límite... Y esto te hace sentir infinitamente exhausta y fatigada, pero a la vez infinitamente capaz (¡qué verdad tan verdadera!).
3. Sientes crecer dentro de ti un amor tan fuerte, poderoso y profundo, que a veces hasta te espanta y confunde. "¿Podré querer a otro ser como a esta criaturita?", te preguntas. Ya verás que sí (y ésa será tu gran sorpresa cuando nazca tu próximo hijo).


4. Empiezas a entender, respetar y admirar a tus padres como nunca antes en la vida "no es posible que mi mamá haya hecho todo esto", pensaba, "¡con cuatro hijos, tan jovencita y sin pañales desechables!" y crece genuinamente tu comprensión y gratitud hacia ellos.

5. Por primera vez entiendes que "sacrificio" no significa sufrimiento sino: "sacro" + "oficio", o sea, "trabajo sagrado". Comprendes la enorme importancia del lugar que ocupas en el mundo como madre, y el gran valor de tu trabajo.
6. Aumenta tu compasión por todos los niños. Poco a poco te vas haciendo madre no sólo de tus hijos, sino de todos los demás niños del mundo. No soportas ver sufrir a un niño en las telenoticias, ni en una película de televisión, ni en la calle.

Y entre los cambios más cotidianos...
7. En tu casa, tu vida, tu trabajo... reina un nuevo orden, o más bien, desorden. Aceptarlo es clave para tu felicidad y paz interior, o sea que date por vencida y disfrútalo.
8. Descubres el placer y el valor de los momentos de silencio, de una ducha caliente al final del día, una tacita de té con una amiga, una película en casa con tu pareja, una noche de sueño profundo... y disfrutas a fondo cada uno de esos instantes.


9. Borras de tu diccionario la palabra "asco". Cuando a tu hijo se le cae el chupón en el piso, lo recoges tranquilamente y lo "limpias" con naturalidad en tu propia boca antes de volvérselo a dar.

10. Aprendes a dominar el arte de la improvisación. Compones increíbles melodías, transformas tus dedos en marionetas, e inventas fantásticas y absurdas historias para mantener entretenido a tu bebé (sobre todo cuando está cansado, aburrido o enfermito).

11. Tu cinturita (y todo lo que queda al norte y al sur de ella) definitivamente no es la misma de antes, pero te sorprendes al darte cuenta de que estás mucho más interesada en el ombligo de tu bebé que en el tuyo propio.

12. Las horas dejan de tener 60 minutos y los días dejan de tener 24 horas. El tiempo ahora parece transcurrir a un nuevo ritmo (debido seguramente a algún arte de magia del bebé) y por ese extraño cambio llegas retrasada a casi todas tus citas.

13. Los momentos a solas con tu pareja son escasos y breves, pero los dos aprenden a disfrutarlos y aprovecharlos, aunque un cierto lloroncillo esté a punto de interrumpirlos.

14. Como un malabarista que va agregando más y más objetos a su acto, aprendes a hacer dos, tres, cuatro, cinco... cosas a la vez, ¡y sin que se te caiga ninguna pelota!

15. Compruebas que nada, ni siquiera las matemáticas, es una ciencia cierta. Al fin y al cabo 1 + 1 = 3, y 3 no son demasiados, sino... una familia.

Y por fin, como esa leona que defiende a sus cachorritos, a medida que crecen vas "soltando la rienda" y te das cuenta que ser mamá no significa proteger eternamente a tu niño de los peligros, problemas y conflictos de la vida, sino permitir que vaya enfrentando sus pequeños problemas, confiada en haberle dado las herramientas necesarias para que vaya aprendiendo a solucionarlos.

Y es que, ya lo rezan algunos tatuajes, grabados con aguja en la piel de algunos (sin entrar en lo elegante del asunto): "AMOR DE MADRE". 

domingo, 9 de febrero de 2014

Al mal tiempo, buena cara

Normas, normas, normas y más normas. Recetas, consejos, rutinas y hábitos. Haz esto, no hagas aquello, esto se dice así, no comas asá, calla, dime, ven...

Educar es algo que realizamos casi siempre con la forma imperativa de los verbos. Os poropongo, por un momento, pasar al condicional del indicativo: podríamos, querrías, deberías... incluso hacer realidad el subjuntivo: ¡ojalá bailáramos bajo la lluvia!

De vez en cuando, sin abusar, es bueno romper esos esquemas tan sólidos del imperativo. Os recomiendo calzaros unas botas de agua y olvidar los paraguas en casa.



Las experiencias educan tanto o más que los grandes sermones y las grandes correcciones. Hay que encontrar un momento para todo. Ni mucho, ni poco; un termino medio. 

El barro, la lluvia, la arena, las manchas, los espectáculos, la espuma, el mar, los baños interminables, los collares de pasta, cocinar,... remueven los intereses de los niños, despiertan su curiosidad, alimentan su imaginación y enriquecen su espíritu. 


Simplemente ¡vive, sal, disfruta!

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Nos tomamos unos vinos?

El pasado 26 de febrero tuve la suerte de asistir a una charla ofrecida por Nuria Peró. Se trata de una madre de 9 hijos, abuela, licenciada en Historia del Arte, restauradora profesional y experta en orientación familiar. Colabora activamente desde la asociación FERT para ayudar a las familias a resolver todos aquellos problemas, cotidianos o no, con los que puedan encontrarse.

El tema de la sesión fue "Educar en la intimidad". En un tono ameno, alegre y sencillo, Nuria Peró dio unas pautas básicas para abordar este aspecto de la educación en los hogares. El quid de la cuestión está en el amor. La familia es un entramado cuya red está formada por el amor que se transmite bidireccionalmente entre los nexos que la definen. Con amor y por amor es, por lo que, según Nuria Peró, la educación de los niños llega a su máximo exponente.



Aunque el peso de la charla recayó sobre el aspecto sexual, la educación en la intimidad va más allá. El pudor, el respeto a uno mismo, la importancia de la autoestima, la fortaleza y la seguridad para tomar decisiones (principalmente en la adolescencia), la importancia de tener ideas claras y bases sólidas para saber decidir por uno mismo y no por lo que está de moda o por lo que hace todo el mundo, las relaciones afectivas padre-hij@/madre-hij@ de tú a tú, donde ambas partes reciben y dan algo de su intimidad al otro...

Usándose de la palabra VINO como acrónimo, nos explicó los cuatro pilares que sostienen una educación en la intimidad adecuada y que desembocan en un adulto responsable, libre y en definitiva feliz:

V de VERDAD: verdad al explicar las cosas, al responder a las preguntas que los niños hacen y en el momento que las hacen. Los niños son curiosos por naturaleza, pero a la vez tienen una capacidad de atención e interés limitada; cuando surge una pregunta, sea del tipo que sea, hay que abordarla.

I de INTIMIDAD: como "cosa de dos". Los padres o adultos tenemos que preservar nuestra intimidad a la vez que la compartimos con los niños, como vía para que ellos compartan la suya con nosotros. No se trata de montar una reunión en el salón, sentados los papás frente al niño para que abra su corazón, sino de aprovechar un momento cualquiera de compañía mutua para acercarse el uno al otro.

N de NATURALIDAD: se trata de no escandalizarnos, de abordar cualquier tema (y en especial el sexual) con naturalidad. Hay que llamar a las cosas por su nombre y explicarlas prescindiendo de los libros. ¿Quién mejor que un padre o una madre para resolver inquietudes o advertir de los riesgos?

de OPORTUNIDAD: cualquier momento, cualquier casualidad es buena para abordar un tema. No hace falta planificar un día y una hora para sentarnos en el salón con un guión sobre lo que hablar. Al contrario, en el momento de hacer la cena, en el coche, planchando, viendo un anuncio de la tele que, bien traído, puede servirnos para sacar ese tema que queremos tratar. 

Esto podría ser un principio... aunque ¡se puede mejorar!


domingo, 2 de febrero de 2014

Por fin en Facebook

¡¡Pasito de Gigante ya tiene su página de Facebook!!

¡Entra a formar parte del grupo y compártelo con tus amistades!


La era de las nuevas tecnologías y las comunicaciones nos facilita mucho las cosas. Tenemos que aprovechar las herramientas que tenemos a nuestro alcance; tenemos que ir dando pasitos que nos ayuden a ser gigantes.

A los que ya me seguís por aquí os doy las gracias y os animo a difundir el blog en la medida que os parezca interesante. Vosotros y mi pasión por la enseñanza, sois mi motivación a seguir escribiendo.

Nos vemos en el próximo post.

¡Muchas gracias!