martes, 29 de marzo de 2016

El último recuerdo

Los niños no son seres nostálgicos que se regodeen en los recuerdos de un ayer que no volverá o de unas vacaciones que ya pasaron. ¡Qué va! Los niños tienen una memoria selectiva muy eficaz, cosa que, por otra parte es envidiable porque les permite disfrutar del presente mucho más que a cualquier adulto.


Hoy, tras un rato de estar hablando sobre las vacaciones de Semana Santa, hemos hecho el dibujo de "lo que más nos ha gustado de estos días" y no os engaño si os digo que más del 80% de los niños han dibujado: la mona de pascua. No por buena o por bonita o por que les encante el chocolate. Tampoco por que haya sido lo mejor de la Semana Santa. La mayoría lo han dibujado porque sucedió ayer tras diez días de mucha actividad.

Lo mismo sucede cuando les preguntas ¿qué has hecho hoy en el cole? La respuesta suele referirse a la última actividad que tienen presente, a no ser que haya sucedido algo espectacular y que rompa con su rutina o sus esquemas. 

Antes de irnos de vacaciones pregunté sobre lo que más les había gustado de todo lo que habían aprendido desde que son "Castores" (P5) y todas sus respuestas hicieron referencia a actividades muy concretas: un crucigrama, pintar mandalas, escribir el nombre de los planetas, jugar al teatro del sistema solar... Nadie me dijo que le había encantado aprender a leer o a escribir en general, escuchar cuentos o mejorar su trazo o su dibujo.


Su cerebro funciona así. Es lo que Piaget denomina pensamiento intuitivo, dentro del estadio preoperacional del proceso evolutivo del niño. Entre los 4 y los 7 años aproximadamente, los niños continúan percibiendo la realidad bajo su único punto de vista y de ésta, se quedan con el hecho, con el impacto. Su aprendizaje es todavía muy perceptivo, a través de los sentidos y la vivencia y la exploración "en sus propias carnes" y ya empiezan a ser capaces de dirigir su atención hacia aquello que les resulta interesante. Su lenguaje pasa de ser egocéntrico a convertirse en un instrumento de autorregulación y de socialización.

Así, si queremos que tomen conciencia de lo que han hecho y no sólo de lo último, el lenguaje, y concretamente el diálogo, es una excelente herramienta para ayudarles a explorar entre los recuerdos que guardan en su cabeza o en su corazón.
En nuestra mano está que esos hechos les impacten lo suficiente como para que los recuerden por mucho tiempo.


lunes, 21 de marzo de 2016

La vida te da sorpresas

Ya lo decía la canción: "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!


Y cuál fue la mía el viernes cuando desde el departamento de Comunicación del cole me dijeron que se me citaba en la revista Bebé y Mujer (página 20) haciendo referencia a uno de los posts que se publicaron hace un tiempo relacionados con el bilingüismo.

 

Tener un blog sin ánimo de lucro significa muchas cosas: compromiso, periodicidad, ganas, constancia, interés, lectura, improvisación, memoria... Por otro lado, a parte de las estadísticas que te ofrece la propia plataforma, nunca llegas a tener un feedback de cómo lo estás haciendo o de si has conseguido fidelizar lectores. Por eso mismo, cualquier reconocimiento, grande o pequeño, siempre es un gesto que te anima a seguir publicando y a tratar de hacerlo bien.

Muchas veces me he planteado "retirarme" pero siempre llegan ráfagas de aire fresco, buenas noticias que llenan de energía y que me empujan a seguir dando Pasitos de Gigante. 


En este sentido quisiera aprovechar para dar las gracias a todos los que leéis lo que escribo, a los que compartís mis publicaciones y a los que me ayudáis a difundir el blog a través de vuestras redes. En especial quisiera agradecer a Josep Manuel Prats, presidente de FAPEL, quien desde sus cuentas de Twitter ha retwitteado todas mis publicaciones prácticamente desde que Pasito de Gigante inició su andadura. Del mismo modo, gracias Alejandra Prat por dejar que me asomara a la inmensa ventana de la revista HOLA!.com a través de tu blog "Entre papillas y mascarillas". ¡GRACIAS!

Ojala podamos seguir dando esos pasos juntos por muchos años más.

martes, 15 de marzo de 2016

Quien mucho abarca...

El dicho completo es "quien mucho abarca, poco aprieta" pero desde que soy maestra los niños me lo hacen poner en tela de juicio por varios motivos.

En primer lugar por su capacidad de aprendizaje. Son absorbentes. Capaces de comprender y retener todo aquello que les despierta interés. Está claro que depende de lo que se ponga a su alcance. Pasa como con una buena campaña de marketing: si no generas la necesidad en el consumidor final, nadie comprará tu producto. La cosa más aburrida puede convertirse en la mayor de las diversiones.


En segundo lugar, también he observado que mi tiempo es de mayor duración. Parece casi un milagro. Las horas cunden y sin que te des cuenta eres capaz de enseñar, evaluar, acompañar, reconocer, reñir, distraer, reconducir, sacar el programa adelante, preparar el material, buscar momentos para divertirnos, inculcar valores y hábitos... y además, tener tu vida fuera del colegio.



Esta semana de final de trimestre está siendo intensa. Se concentran las ganas y la motivación de los niños por "estar ocupados" haciendo actividades que les desafíen junto con toda la "parafernalia" que supone cerrar una evaluación. 

Pero como ya he dicho en otras ocasiones, sarna con gusto no pica. Creo que ser maestra de infantil es una de las profesiones más gratificantes que existen. Durante el día son los propios niños los que alimentan mis energías convirtiéndolas casi en inagotables pero, cuando llegas a casa... te sientes en modo "batería baja". Eso sí, satisfecha y plena por todo lo que has almacenado en tu propia SIM. 




lunes, 7 de marzo de 2016

Citas y compromisos

Tenemos muchos compromisos diarios. Trabajo, obligaciones, casa, comidas, amistades, la serie de TV que no me quiero perder... Intentamos llegar a todos pero no siempre lo conseguimos. Establecemos unas prioridades y vamos de más a menos importante, dejando casi siempre algo en el tintero.

Para los niños el compromiso está mucho más claro. Si tuvieran que escoger...



No hay nada más reconfortante y más educativo que la seguridad que da saberse querido por papá y mamá. Esto es uno de los principales puntales para el desarrollo de un buen autoconcepto y una buena autoestima. Casi todos los niños sienten que en sus padres tienen a sus mayores protectores, su público incondicional que anima en las derrotas y aplaude en los logros.



A veces, de forma involuntaria no nos damos cuenta de que ellos consideran que existe un verdadero compromiso con nosotros. De hecho, cuando un niño siente que deja de ser lo más importante para sus papás, tiende a llamar su atención cambiando su comportamiento, buscando límites, con pataletas. Para ellos se ha roto el compromiso que teníamos en común. Está claro que todo depende de cómo se mira.


martes, 1 de marzo de 2016

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De toda la vida se ha dicho que "sarna con gusto, no pica". En el caso de los niños es exagerado. Son capaces de dedicarse por tiempo indefinido a aquellas actividades que más les divierten, Si obligas a un adulto a tumbarse en la bañera por horas, hasta arrugarse en agua fría, o a sentarse en la arena a hacer castillos toda una mañana de agosto, lo más probable es que coja "carretera y manta"; pero a un niño eso se le queda corto.


Un milímetro. Quizá dos. Eso es lo que has cambiado de posición su juguete preferido o su coleta al recogerle el pelo. O la cantidad de lechuga que hay en el tenedor y que quieres que se coma para demostrarle que no es tan mala. Lo nota y le molesta. Protesta. 

Para que el proceso de aprendizaje de los niños sea un éxito es imprescindible conocer sus intereses y sus habilidades y poder estimularlos. Es a partir de estos de dónde nacen los aprendizajes significativos, se despierta la curiosidad y las ansias de saber más.

Hay familias que acuden a expertos por que su hijo tiene dificultades en ciertas áreas de aprendizaje y buscan ayuda de profesionales especializados que a base de horas y de técnicas ayuden a los niños a superar esos problemas. Obviamente, debemos ofrecer a los niños todo el apoyo que necesiten para lograr su máximo desarrollo tanto a nivel cognitivo como humano. 


Sin embargo, ¿no parece más lógico que averigüemos qué se les da bien, o mejor aún, qué les gusta hacer a los niños para que puedan entrenarse y llegar a ser los mejores?