domingo, 28 de octubre de 2012

La hiperactividad está de moda

¿Cuántas veces hemos oído decir: "Este niñ@ me va a volver, loca, es hiperactiv@!! No para!! no sé qué hacer con él/ella!!!"?



No pequemos de snobs y nos queramos apuntar a todas las modas; la hiperactividad es un tema serio y requiere el diagnóstico de un especialista. A veces, somos los adultos los que padecemos algún leve trastorno nervioso de baja tolerancia a las necesidades de los más pequeños o simplemente la incapacidad de comprender qué es un niño.

El constructivismo afirma que el conocimiento o aprendizaje nace de la experiencia, la acción, el movimiento. 

Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
 (Benjamin Franklin)

Por otro lado, el ser humano es un ser activo por naturaleza.

Si consideramos estas dos afirmaciones debemos concluir que los niños para aprender y desarrollarse íntegramente necesitan moverse. Es cierto que unos más que otros.

Es importante la observación constante para abordar el tema con el profesor, el pediatra y/o el especialista; pero a veces, antes de alarmarnos podemos hacer unas pequeñas pruebas para ver si simplemente se trata de una forma de llamar la atención.


Tanto en casa como en el cole, hemos de dar un trato positivo que motive al niño, reconocerle sus éxitos y compartir tiempo con él, darle seguridad y confianza, un trato afectivo y cercano. Cuando el niño perciba que en vez de paciencia lo que recibe es atención y, en vez de oír cien veces su nombre para que deje de hacer algo, lo oye tres para alabar algún hito, veremos si se produce un cambio conductual. Si es así, quizá podamos aparcar temporalmente la idea de la hiperactividad.

Ofreciendo a los niños todas las oportunidades de interacción, movimiento, descubrimiento espacial, experiencias, etc., de manera dirigida y controlada por los adultos, no sólo reduciremos su necesidad de estar activo inagotablemente, sino que favoreceremos su desarrollo tanto físico como cognitivo y afectivo.


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