lunes, 29 de octubre de 2012

Recuerdos de la infancia

Uno de los estímulos que más perduran en la memoria son las canciones que nos han acompañado desde la infancia, aquellas que inagotablemente nos cantaban nuestro papá al ir a dormir o nuestra mamá cuando nos daba la comida. La canción que cantábamos en el coche camino a...

Estas son algunas de las que acompañaron mi infancia y que aún siguen sacándome una sonrisa cuando las tarareo:







La música nos acompaña (o debería) a lo largo de nuestra vida. Es un estímulo importantísimo tanto a nivel emocional como a nivel cognitivo. Un recién nacido tiene el sentido del oído prácticamente desarrollado como un adulto, durante el embarazo ha oído pulsación tras pulsación el corazón de su madre y el "retumbar" de su voz, como si hablara poniéndose un globo delante de la boca. 

Al nacer, el niño reacciona al sonido con gran facilidad: se calma cuando reconoce una voz, cuando oye una canción; se asusta ante ruidos fuertes o estridentes; se sorprende de los ruidos que va siendo capaz de emitir y se divierte repitiéndolos.

Ya de mayores, las películas, la radio, las canciones de moda que escuchan nuestros hermanos mayores acompañan nuestro día y nuestra noche. En mi caso, Alicia en el País de las Maravillas es indiscutiblemente la banda sonora de mi infancia. 


La música favorece la activación de áreas de la corteza cerebral implicadas en el desarrollo espacio-temporal, fundamento de la lateralidad, el desarrollo del sentido del ritmo, esencial para la adquisición de futuros patrones motores básicos, desarrolla la creatividad, mejora la memoria, la atención, la concentración, la discriminación auditiva... 

Comparto con vosotros esta nana que no conocía y que puede ser la canción que recuerden vuestros niños el día de mañana.



En definitiva la música ofrece un sin fin de posibilidades para la felicidad, el aprendizaje y el desarrollo de los niños.


¡¡A cantar!!

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