El otro día, la gran blogger y mejor amiga Patricia de Coolhunter Diary me mandó este artículo de la revista Elle.es que hoy comparto con vosotros:
Con muchísimo orgullo a la vez que con muchísima responsabilidad me uno al movimiento #realinfluencers. Mi principal objetivo es ayudar a todo aquel niño que pase por mi vida a ser un poquito mejor cada día, de la misma manera que intento mejorar yo.
Para bien (espero) o para mal, tengo en mis manos la tarea de acompañar a un considerable número de alumnos en su crecimiento académico pero también personal. Sin ánimo de sonar pedante o engreída -hablo en general- los maestros somos verdaderamente #realinfluencers. Llegamos a provocar la necesidad de instaurar un sistema de reciclaje en los hogares o a evitar la Coca-cola y la comida rápida. "La Señorita Ana dice que tenemos que cuidar el material", "la Señorita Ana dice que si no hacemos pistola para coger el lápiz se nos estropearan las manos", "la Señorita Ana dice..."
También podemos ser un arma arrojadiza de padres hacia hijos: "Como sigas portándote así le pongo una nota a tu Señorita" o jurado de prestigio: "Le voy a decir a la Señorita Ana lo bien que has...".
En cualquier caso, como maestra te das cuenta de que con solo una mirada llegas a la cabeza y al corazón de los niños, siendo para ellos una persona de influencia. Yo iría más allá, ya que -y hablo por mí- y buscaría los #realpositiveinfluencers. Yo por lo menos me dejo la piel para conseguirlo.
Aunque la canción tenía claramente otro significado, la letra es la realidad de la relación maestro-alumno.
Con solo una mirada
Con solo una palabra
Me puedes aliviar
Me puedes destruir
Me puedes convencer
Con solo una llamada
Aun de madrugada*
Me puedes derretir
Me puedes convertir
En lo que quieras tú
Tienes poder sobre mi como puedes ver
Me has sometido aunque nunca me hayas obligado
Con solo una caricia
Tu pelo en mi almohada*
Me puedes engañar
Me puedes castigar
Que nada* cambiará
(todo)*zzzzz
Me pregunto si causo el mismo efecto en ti
Me da miedo pensar que algún día no existas
*Son las únicas palabras que habría que cambiar.
Tristemente, con solo una mirada o una palabra todos tenemos el poder de destruir el desarrollo de un niño, de ahí que debemos ser #realpositiveinfluencers.
¡Ah! y la respuesta es sí; ¡los niños causan el mismo efecto en mi con solo una mirada!