miércoles, 15 de mayo de 2013

zzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

Muchas noches en vela hacen daño a cualquiera. El descanso es parte fundamental para el desarrollo de los niños; pero también para el buen humor familiar del día siguiente.




Hay dos momentos críticos en lo que respecta al sueño: el de acostarse y el de las interrupciones de sueño a media noche.

Hay que establecer una rutina diaria y cumplirla. El niño debe acostarse a la misma hora cada día y en su cama. Dependiendo de la edad, las horas que deben dormir los niños varían entre 12h los más pequeños a 10h los niños de hasta 8 años. Hay que cumplir con el horario planificado, pero la organización del tiempo depende de los adultos, así que si se hace tarde; no queramos meterles prisas...

En este proceso de rutina se puede incluir baño, cena y un cuento o rezar antes de apagar la luz. Para ese rato compartido en la habitación, es mejor no sentarse en su cama, sino en una silla que podemos ir distanciando para que al final se acueste solo y lea sus propios cuentos.



Las interrupciones nocturnas son difíciles de tolerar cuando se alargan en el tiempo. Hay algunas pautas que pueden ayudar a sobrellevarlas. Cuando el niño se despierta por la noche y llora desconsolado para que lo atendamos, deberíamos:


- Acudir a su habitación a calmarlo pero NO sacarlo de la cama. Salir de la habitación y esperar a su reacción. Si vuelve a llorar, hay que volver a entrar y repetir el ejercicio.
- Dejar un vaso/biberón con agua y ofrecérsela sentándolos en la cama. Buscan el recuerdo de la alimentación de los primeros meses.
- Encender un punto de luz dentro o fuera de la habitación que le dé una referencia hasta dormirse.
- Tener chupetes al alcance de su mano por si pierde el que lleva puesto, para que de manera autónoma lo reponga.
- Puede tener un muñeco que "le acompañe y le ayude a soñar cosas bonitas", de manera que le dé seguridad.
- Es mejor que NO se acuesten en la cama de los padres y hermanos y NO salgan de la habitación. Y, evidentemente, tampoco se debe...




También puede darse el caso de niños muy madrugadores. Si tienen la edad suficiente, para no despertar al resto de la familia, lo mejor es que se queden en la cama hasta una hora "normal". Podemos usar un despertador cuya alarma sea el permiso para levantarse y avisar a los mayores. NO antes. Si son pequeños es más complicado poder retenerlos...

Un niño suele dormir bien salvo que le toque comer, esté enfermo, le duelan los dientes al salir, su habitación sea nueva o sufra terrores nocturnos.

4 comentarios:

  1. Mi experiencia con mi hijo pequeño está siendo especialmente dura. El mayor nunca me ha dado problemas. El segundo, se va a la cama a su hora sin quejarse. Se duerme pero luego durante la noche se despierta varias veces CADA DÍA durante casi dos años. He probado de todo, cambios en la alimentación, en horarios, que haga/no haga la siesta, homeopatía, medicación (pautada por el pediatra), he visitado a un reputado médico especialista en transtornos del sueño infantil, le hemos hecho análisis de sangre buscando alergias/intolerancias alimenticias que le provocaran molestias, falta de hierro o potasio que le pudiese producir rampas... le han hecho un encefalograma en ausencia de sueño (todo supervisado por el pediatra) ...y nada ni nadie nos ha dado respuesta. Gracias a Dios, es un niño sano. Desde mi experiencia puedo decir que es vital y ayuda algo el hecho de que ambos progenitores se turnen en hacer el tour nocturno (para uno sólo es muy duro noche tras noche).
    Me estoy creyendo cada vez más el tema de la biohabitabilidad y los campos magnéticos (es ciencia y verdaderamene existe y se puede demostrar). El tema es que hace una semana cambié la cama de mi hijo de sitio y desde entonces, por primera vez en dos años, de siete noches se ha despertado una vez dos noches!

    María Reina

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  2. Desde luego siempre hay la excepción que confirma la regla y ante un caso así lo mejor es acudir al pediatra o al especialista. Totalmente de acuerdo con el tema de los turnos si al día siguiente padre y madre madrugan y tienen obligaciones. En cuanto a la biohabitabilidad, hay mucha gente que habiendo probado sus recursos, asegura que funcipna, así que: ¿por qué no probar?

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  3. Realmente los niños son lo que los padres hacen de ellos. Durante dos cursos he tenido a un niño, ahora con dos años y medio, que nunca ha dormido en su habitación, siempre en la cama de los padres, tanto la siesta como por la noche.Ademas solo se deja acostar por su madre!Cuando les pregunte que porque lo hacían su "justificación" fue que el niño tiene un llanto muy escandaloso y que se acababa provocando el vómito. Si el primer día hubieran seguido las pautas que les di, muy similares a las de tu post, el niño dormiría en su habitación, sin ningún problema, el truco: LA PACIENCIA!

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  4. La paciencia ha de estar presente en todo acto del buen educador, ya sea como maestra o como madre/padre. Hay situaciones complicadas que es muy fácil valorar qué hacer desde fuera y muy difícil de gestionar desde dentro, pero desde luego, no hay nada que no tenga solución, sólo hay que querer encontrarla.

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