Cuando
en educación hablamos de hacer la pinza correctamente, nos referimos a cómo los
niños deben coger el lápiz para escribir o dibujar. Nos referimos a la posición que adoptan los dedos pulgar, índice y corazón para sostener el lápiz y hacer la presión y los movimientos adecuados para la escritura.
Tras unos días ayudando a hacer deberes de verano a varios niños de 4, 5, 8, 11, 12 y 14 años, he comprobado que ninguno de ellos hace la pinza de forma adecuada.
Para
que un niño coja bien el lápiz primero debe memorizar y comprender la posición:
cogemos el lápiz con el pulgar y el índice como si quisiéramos hacer el pico de
un pájaro, el dedo corazón sirve para que el lápiz se apoye en el lateral del nudillo,
queda por detrás del índice. La otra mano debe sujetar el papel. También son
importantes otros aspectos: espalda recta: culete para atrás para apoyarnos en
el respaldo, hombros relajados, los dos pies en el suelo y el papel
ligeramiente inclinado. Se mueve el brazo y la mano, no el papel.
Es
normal que la primera vez que un niño coge un lápiz lo empuñe a modo de estaca
y haga rayotes descontrolados, pero con el paso del tiempo, la adquisición de
la coordinación ojo-mano y el reconocimiento de los segmentos corporales esa
posición se va modificando hasta llegar a la pinza.
Algunos
de los ejercicios que se trabajan mediante la estimulación de la motricidad
fina persiguen este fin. El adulto debe estar pendiente de que ésta sea
adecuada, corrigiendo posiciones incorrectas y trabajando actividades de motricidad
fina si fuera necesario hasta conseguirlo. Además se pueden realizar las
siguientes acciones:
- Teclear
pianos, ordenadores,… poner los dedos en movimiento de manera independiente.
- Jugar con pinzas: hacer trenes uniendo una a otra, abrirlas y cerrarlas...
- Hacer tiras
de papel con los dedos
- Hacer
bolitas de papel de seda, plastilina, arena, barro…
- Escurrir
esponjas
- Enroscar
y desenroscar objetos de distintos tamaños
- Jugar a
pinchitos
- Escribir
con los dedos en la arena
- Subir y
bajar cremalleras
- Abrochar
y desabrochar botones
- Jugar con palillos chinos a coger cosas
- Además
de las actividades que vimos en ¡A mover el esqueleto! y algunos trucos:
Una
pinza mal hecha es un error que se afianza muy rápido y que es difícil de
corregir.
¡Ya tenéis ayudantes para tender la ropa!
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