Estoy inmersa en la lectura del libro "Qui mana aquí?" (¿Quién manda aquí?) de Victoria Cardona. Es un "manual" práctico y fácil de leer y aplicar sobre cómo los padres deben ganarse la autoridad en la educación de sus hijos. En próximos posts hablaremos de algunas de las ideas que la autora nos da y que pueden ser de gran utilidad para el día a día en nuestros hogares-aulas.
Y leyendo, leyendo... leí esta carta que ya había visto antes pero que no tenía presente.
"Carta de un hijo a todos los padres del mundo":
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos. Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.
Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice, a veces, ni yo mismo lo sé.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti (aunque sea para sacarte de un apuro), haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.
Cuando te equivoques en algo, admítelo. Mejorará mi opinión sobre ti y me enseñarás a admitir también mis errores.
No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).
Déjame valerme por mí mismo. Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.
No me des siempre órdenes. Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa posición.
Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.
Trata de comprenderme y ayudarme. Cuando te cuente un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene.
No me digas que haga algo que tú no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
No me des todo lo que te pido. A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.
Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.
Con respeto y amor, TU HIJO.
(Anónima)
Creo que resume con claridad cómo debe ser la actitud de los padres en lo que a la educación respecta. Al final todo se reduce a ser un buen modelo, un ejemplo y un referente en el que los niños se quieran ver reflejados y puedan imitar.
PD: Sólo me cuadra el título de esta canción, pero me encanta
Y recibida la carta, ¡tendremos que responder!