viernes, 6 de septiembre de 2013

It's the final countdown!

Se acerca el día D. Muy temido para unos, muy ansiado para otros. Ni tanto, ni tan calvo.

Quedan pocos días ya para que los niños estrenen nuevo curso. Para ellos, la novedad, lo desconocido, el "no saber" genera un sinfín de inquietudes e inseguridades por lo que debemos ponernos en sus zapatos y pensar en qué y cómo decimos las cosas.


En ABC, desde la Unidad de Sueño del Hospital Quiron de Valencia, publican algunos consejos para facilitar la adaptación al cambio que se aproxima. Se trata de que sea un proceso progresivo a iniciar en estos últimos días, justo antes de empezar. Principalmente se refiere a las rutinas de sueño y alimentación. Poco a poco hay que volver al "horario de invierno": irse a la cama pronto, desayunar al levantarnos, y dar la comida y cena en horario escolar.

Aún se puede disfrutar de estos últimos días de vacaciones. No es necesario (ni considero que sea positivo) hablar cada día del colegio, sobre todo con los más pequeños; ya que supone crear un estado de ansiedad y alerta que genera malestar y nerviosismo. Los niños observan, ven que se compran uniformes, se forran libros, se preparan mochilas,... Son datos suficientes. 


Las conversaciones sobre "el cole" han de ser positivas, motivadoras. Hay que minimizar las incertidumbres: "¡qué mayor te has hecho, ya vas a hacer tal curso!", "en tu curso todas las tutoras que hay son muy buenas", "ya verás que divertido va a ser este año, vais a hacer cosas chulísimas", "¡qué bien que volverás a ver a tus amigos, lo vais a pasar genial en el patio!"

Los llantos, los nervios y las "enfermedades" de los primeros días a primera hora son un trance desagradable que tendremos que sobrellevar con entereza y con paciencia. En general es el momento de la separación de los padres, al llegar a la clase, el que causa mayor disgusto. Por esto mismo, debe ser rápido y alegre. Los papás deberían dejar al niño en la clase con una actitud serena y de confianza, despedirse sin grandes explicaciones ni achuchones y marcharse. El profesor que esté a cargo del niño se encargará de que se le pase el disgusto lo antes posible, aunque probablemente sea el propio niño quien se olvide de él, jugando o distrayéndose con sus compañeros.



Otra recomendación que me parece importante y que se aplica a cualquier edad es la de las rutinas de estudio. Es conveniente que desde pequeño se acostumbren a "estudiar" y a hacer los deberes a diario, llevar las materias al día. Si se coge el hábito durante los primeros cursos de primaria, la facilidad de estudio al final de esta etapa y en la ESO es exponencialmente mejor. ¡¡Usad las agendas!!



¡Feliz final de verano!

2 comentarios:

  1. Anónimo7/9/13 00:33

    Prima, me aseguraré de que mi madre tenga estos consejos el año que viene y que me pueda preparar antes de volver al trabajo. Este año ¡ni adaptación ni ná!

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  2. Son sólo recomendaciones! espero que útiles... ya me dirás el resultado!
    Gracias por leerme y escribirme ;)

    Un beso

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