miércoles, 25 de marzo de 2015

SúperPoderes

Hay seres humanos con súperpoderes. Son reales, existen de verdad, viven sobre la faz de la Tierra, tienen un sexto sentido. Toda la vida  se había dicho que eran las madres pero parece ser que hay una nueva especie: los profesores.
El otro día, Amaro, un niño de mi clase hizo algo en el patio que no debía, un pipí donde no tocaba, y su "fechoría" llegó a mis oídos por un chivatazo. Ipso facto, me encaminé hacia él y le reconvine: "Amaro, esto no se hace... bla, bla,.. ya no puedes jugar más en la arena... bla, bla... vas a tener que quedarte pensando un ratito". Yo no soy de dar grandes sermones a los niños, creo que es mejor que reparen el daño causado, si se puede, o alejar al niño de la situación donde su conducta no es adecuada.

Amaro, tras un rato de aburrimiento, me prometió no volverlo a hacer “nunca jamás”.



Por la tarde, cuando su mamá Alejandra vino a recogerlo, le expliqué la incidencia y los tres acordamos que nunca más se repetiría. Al darse la vuelta para irse a casa, Amaro le dice a su mamá: "Mami, ¡es que la Señorita Ana lo ve todo, mami! ¡Sabe todo lo que hacemos! ¿Cómo lo hace?". A lo que su mamá, riéndose, contestó: “Es que la Señorita Ana tiene poderes". 


Y he aquí este postPero como decía, las mamás gozan de ese privilegio desde tiempos inmemoriales. Ellas sí lo saben todo.



En efecto, hay que tener mil ojos -o dos mil, porque a veces mil no son suficientes- y estar pendientes en todo momento de las ocurrencias de los niños, pero desde una distancia prudencial que nos permita observar sin intervenir a no ser que sea necesario. Dejar a los niños experimentar, manipular, hablar, inventar... en definitiva, darles autonomía, es lo que realmente les ayuda a crecer y a aprender. Siempre que su vida o la de los que le rodean no corra peligro, nuestros súperpoderes deberían permanecer ocultos para dejar surgir los suyos.



He tenido la inmensa suerte de que Alejandra Prat haya querido compartir este post en su blog. Aprovecho para agradecerte de corazón tus palabras, son todo un halago y una dosis de energía para seguir disfrutando tantísimo de mi trabajo. Amaro y Alejandra: muchas gracias :)

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