sábado, 25 de abril de 2015

En su mundo

Necesitaría un par de días para asentar todas las experiencias y aprendizajes del día de hoy. Por otro lado, las ideas se me amontonan en la cabeza y necesito plasmarlas. De momento sólo tengo una cosa clara: me encanta mi trabajo vocación.

Puedo decir que, a pesar de ser sábado, he tenido la suerte de participar en una formación impartida por Aitor Zenarruzabeitia que ha organizado Highlands Barcelona para el profesorado.

Aunque quisiera, no podría resumir en un post la cantidad de material y recursos didácticos que hemos conocido en esta jornada. La formación se ha centrado en la competencia lingüística y ha abarcado desde la Educación Infantil hasta el Bachillerato. Cabe decir, que muchas de las dinámicas propuestas se pueden adaptar al área del razonamiento lógico-matemático y que casi todas están vinculadas a la música y a la expresión corporal. La primera conclusión a la que he llegado es que divirtiéndonos y experimentando en primera persona es como más -y mejor- se aprende cualquier contenido, tengas la edad que tengas.

Lo más chocante es que en gran parte de la formación no ha hecho falta hablar para aprender el lenguaje. Lo hemos comprobado nada más empezar la sesión con un juego de tarjetas parecido a este:

A falta de fotos he elaborado una réplica del material de Aitor.

Aitor es un hombre cercano, muy activo, entusiasmado e ilusionado con su trabajo, un experto dinámico e inquieto que cree que es posible una educación mejor, más eficaz y adaptada a la realidad de hoy. La segunda lección del día ha sido esta: pasión y vocación. Me ha encantado cuando nos ha dicho que los maestros vivimos más años que otros profesionales porque llevamos a mucha gente en el corazón. A lo que añado, esa "mucha gente" agranda nuestro corazón y también nuestra mente.

La importancia del lenguaje para el ser humano es evidente, no me detendré en decir el qué, cuándo, cómo y por qué. Lo que no es tan evidente es que para despertar la competencia lingüística en los alumnos hay que ir un poco más allá de las letras, las sílabas o los fonemas. Hay que meter las letras en el mundo de los niños y no al revés. Hoy, por ejemplo, hemos celebrado el cumpleaños de la letra "a": primero la hemos elaborado entre todos los profes, cogidos de la mano, haciendo un ejercicio de organización, cooperación e inclusión de todos los miembros del grupo, después nos hemos descalzado y con nuestros zapatos hemos dibujado la silueta de la letra. Una vez colocados todos los zapatos con la suela hacia arriba, hemos enganchado una bolita de blue-tac y una vela encima, las hemos encendido y hemos cantado el cumpleaños feliz en su idioma: "a aa a a aaaaaaaa....". 


Imagino a mis niños celebrando una fiesta cada vez que introducimos una grafía y me los imagino felices. ¿Quién no querría ir al cole? Y lo que es más importante, ¿quién no se acordará de como se hace la "a" si, además de con el cuerpo, con mis zapatos, con velas de cumpleaños (que dejando el aula a oscuras puedes fotografiar y mostrar a los alumnos), la hemos construido con otros materiales? ¿Y si también hemos gritado, enmudecido, susurrado y mimetizado la "a" corriendo sobre ella?


Y si, además de todo esto, hemos clasificado tarjetas con palabras escritas y tarjetas con dibujos que contienen la "a" frente a los que no la tienen, ¿cómo no reconocer la grafía y el fonema "a"?

Sus aportaciones son rompedoras. Marca una distancia clara respecto a los métodos sintéticos de lecto-escritura y hace una apuesta fuerte por una aproximación global al lenguaje muy vinculada a:
  • Soporte visual: basándose en la habilidad visoperceptiva del cerebro, aprendiendo por contrastes.
  • Trabajo cooperativo: "lo que se crea con la gente se estructura en la mente", dice Aitor.
  • La experimentación corporal: fabricar materiales, reconocer la forma de letras y palabras, comprobar su sonido en la garganta, distinguir su ritmo, tono, intensidad, duración...
  • La música y la creatividad como elementos fundamentales en el aula.
Como os digo, necesitaríamos varias entradas para poder resumir la experiencia de hoy. 

Dentro de poco celebro la fiesta de la "S", ¿quién se apunta?

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