Os propongo una actividad divertida, casera, fácil y duradera: hacer plastilina. Y diréis, ¿qué tiene eso de especial?. Pues que os propongo hacerla en casa. Sólo es necesario agua, harina, sal y colorante para cocinar.
En actividades como esta se trabajan el tacto, la creatividad, la motricidad fina y el tono muscular junto con la motivación, la atención, el trabajo en equipo, la paciencia y valorar los resultados del propio esfuerzo en un proceso.
Cocinar, hacer barro o yeso, pintar sobre lienzos o elaborar juguetes con productos caseros son algunas ideas estupendas para compartir un tiempo con los niños, gastando poco dinero y ayudándoles a desarrollar la imaginación y el sentido estético.
¡Manos a la obra!
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