En posts anteriores
hemos comentado la importancia del juego en la infancia. Para los niños es lo
que para los adultos su trabajo. Es un proceso de formación continua, que
cuanto más enriquecido, más valioso; llegando a ser un máster que prepara para
la autonomía y la socialización.
Por otro lado, las actividades manuales
de construcción ayudan al niño a desarrollar su sentido espacial (entre otras
muchas cosas), conceptos como tamaño, altura, posición... Se adquieren experimentando
con el propio cuerpo y analizando los objetos del entorno en relación a
nosotros mismos (más alto que yo, a mi lado, tan grande como...).
Imágenes de una casita elaborada con bricks.
El entorno juega un papel crucial en el
desarrollo del niño. Crear un ambiente estimulante y enriquecedor depende del
adulto. En ningún caso requiere un derroche económico. No hace falta tener
muchos juguetes, pero sí es importante que los que tengamos sean de
calidad.
Me ha llegado este vídeo. La mayoría de
nosotros hemos tenido un LEGO de pequeños. Personalmente, hasta hace muy poco
no había reparado en cuestiones como de dónde surgió la idea de LEGO, ni cuál
había sido su repercusión a nivel mundial. Es una historia que seguro va
a gustar a los niños más mayores y que a los ya adultos les puede resultar muy
curiosa.
Y hoy, ¿qué construimos?
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