jueves, 31 de octubre de 2013

Trick or treat?

La fiesta de Halloween se celebra cada vez con mayor intensidad en los colegios y en los hogares españoles. Curiosamente, es una tradición celta que importaron primero USA y Canadá y que, se ha extendido a nivel internacional. 

En sus orígenes irlandeses esta fiesta celebraba el final de la temporada de cosechas después del verano. En Irlanda se creía que esa noche, además de iniciarse el año nuevo celta, los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos y se comunicaban con ellos. Para facilitarles las cosas, los vivos encendían velas en sus casas para que los muertos encontraran el camino.

La tradicional calabaza es una costumbre que se ha extraído de algunas leyendas. Hay una que dice que un malvado hombre irlandés llamado Jack, por ser tan malvado no mereció lugar ni en el cielo ni en el infierno tras su muerte así que su espíritu fue obligado a vagar por el mundo hasta lograr la entrada en uno u otro sitio. Dice la leyenda que cuando se manifestaba lo hacía llevando una calabaza hueca con una vela dentro... 

¿Es esta una historia apta para todos los públicos?

Los disfraces, las películas de terror, noche de brujas, el día de Todos los Santos... Este ambiente tétrico y mortuorio da miedo. La sensación de miedo en los niños aparece en los primeros meses de vida. Los recién nacidos se asustan ante cualquier estímulo intenso o cara extraña (miedo del octavo mes). Es una reacción innata, útil y necesaria -ayuda a la precaución- siempre que sea racional. 


Hay miedos generales, a la oscuridad, a la soledad, a los extraños, a los estruendos... A los 2 años aparecen las pesadillas y los sueños con ansiedad, entre los 2 y 3 años el niño puede presentar miedo a los animales, primero a los grandes y luego a los pequeños, así como el miedo a la oscuridad, que tiende a desaparecer sobre los 5. Suele acompañarlo el miedo a la soledad nocturna. A los 4 años los sueños suelen presentar escenas terroríficas con personajes de cuentos y con 6 ó 7 ya se asocian a situaciones de peligro (ladrones debajo de la cama, en el armario...). Algunos niños, a los 8 años sufren miedo a la muerte, concretamente a la posible pérdida de la madre. 


Cuando ese miedo se concreta sobre una cosa, animal, persona o situación hablamos de fobia. Es un mecanismo de defensa del niño que pretende trasladar ese miedo a un objeto externo a él, de manera que evitándolo, se evita el miedo. Si persiste en el tiempo y genera pánico y ansiedad, la recomendación es que el niño sea tratado por un especialista.

Los miedos persistentes tienen su origen en conductas ambientales: sustos en la oscuridad, cuentos de brujas, ogros y diablos, castigos en el "cuarto oscuro" o la aparición del "hombre del saco"... o el miedo de los adultos que se contagia a los niños.


Evitando esto y siendo permisivo en los mecanismos de defensa que el niño haya elegido (peluche para dormir, luz del pasillo encendida...) conseguiremos que esos miedos desaparezcan.

Se trata de poder celebrar Halloween en un ambiente de diversión, tranquilidad y creatividad. Disfraces, fiestas, truco o trato (trick or treat), castañas y "panellets" para algunos y pocos sustos para todos. 


UUUUUUUUUUUUUUUUUHHHHHHHHHH!!!!

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