martes, 14 de enero de 2014

Supercalifragilísticoespialidoso

La disfemia o, más comunmente tartamudez, es un trastorno frecuente en la locución infantil. Suele presentarse entre los 3 y los 6 año de edad.


La tartamudez supone una alteración de la fluidez y la organización temporal normales del habla (adecuadas para la edad del sujeto), caracterizada por ocurrencias frecuentes de:
- repeticiones de sonidos y sílabas
- prolongaciones de sonidos
- interjecciones
- palabras fragmentadas (pausas dentro de una palabra)
- bloqueos audibles o silenciosos (pausas en el habla)
- circunloquios (sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas)
- palabras producidas con un exceso de tensión física
- repeticiones de palabras monosilábicas ("Yo-yo-yo le veo")

Existen dos grandes tipos de tartamudez: la tónica (bloquea el habla del niño y provoca espasmos a nivel facial y corporal hasta lograr decir la palabra bruscamente) y la clónica (es la más frecuente, son las repeticiones, más o menos, largas de los fonemas). 

Este tipo de trastornos afectan a nivel de autoestima, provocando en los niños sensación de angustia o pánico al ridículo, pudiendo hacer que se vuelvan poco sociables o incluso dejen de hablar para comunicarse. Por este motivo, padres y maestros debemos procurar no corregir constantemente y menos aun en público, evitar muestras de impaciencia y acabar por ellos las frases y sobre todo, ayudar al niño a tener un buen control de sus emociones.


Una vez diagnosticado, el tratamiento consiste en una terapia programada por un logopeda para mejorar el habla y la capacidad respiratoria del niño así como ejercicios de relajación (Yoga o Sofrología) que ayudan al control del pensamiento y del cuerpo.



Luengas lenguas hacen falta para no trabalenguarse, el que no tenga una lengua luenga bien podrá desesperarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario