martes, 1 de abril de 2014

Brigada nocturna (III)

Y habiendo visto todos los problemas que podemos encontrarnos cuando llega el momento de apagar la luz, ¿cuáles son las soluciones?

La más popularizada es "la cama de los papás", aunque más que una solución es una ampliación del problema, tanto en la importancia que se le otorga como en el tiempo en que se va a prolongar. Realmente, a veces parece la única opción cuando corres el riesgo de que los berridos del niño despierten a todo el vecindario. La teoría que sostiene el ya conocido Dr. Castells es que una vez el bebé sale de la habitación (a los 3 o 4 meses), ya no debe volver a entrar, y cito textualmente, bajo ningún pretexto.


Para lograr saltar a la cama de los padres el niño va a utilizar toda la creatividad posible, alegando desde miedo, hasta dificultad para coger el sueño, pasando por los mil males que se os puedan ocurrir.

Definitivamente, no es la solución. El niño no supera su problema de forma autónoma ni refuerza su seguridad, los padres pierden intimidad y todos duermen más incómodos, por lo tanto, descartamos "la cama de los papás" como posible solución.

Como todo, en cuestión de educación, lo mejor es armarse de paciencia y sufrir un periodo de falta de sueño hasta un límite soportable. El adulto debe ganar la batalla. Ante situaciones de pesadillas o de dificultades para conciliar el sueño hay que tranquilizar al niño y conseguir que siga durmiendo en su cama. Si resulta imposible, lo mejor es comentarlo con el pediatra o con un especialista.


Es bueno ser riguroso en este aspecto: cuando decimos a la cama, es a la cama. No hay esperas, ni chantajes, ni concesiones. También ayuda establecer unas rutinas que se repitan cada noche y que ayuden al  niño a ir interiorizando que se acerca el momento; por ejemplo, cenar, lavar los dientes, hacer pipí, se lee un cuento en la cama y se apaga la luz. Es obvio que hay que evitar situaciones excitantes o que pongan nerviosos a los niños justo en los minutos anteriores a acostarse (tele, videojuegos, cosquillas, carreras...).

Y sobre todo, y como siempre, ÁNIMO, nadie dijo que ser padre fuera fácil, pero tampoco que lo sea ser niño...


En próximos posts hablaremos sobre el colecho, como opción para inculcar el hábito del sueño.

2 comentarios:

  1. Jajaja jo era de les que deia "al nostre llit??mai!!" Pero massa sovint acabem fent el que podem i no el que volem... Patir son es molt dur i nosaltres som molt debils...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mercè! Como dice el refrán: la intención es lo que cuenta!! La teoría es muy fácil, la práctica... No tanto...!!!

      Eliminar