sábado, 12 de abril de 2014

Se lo debía...

Es curioso que siendo el subtítulo del Pasito de Gigante, nunca antes haya publicado algo sobre el método de Maria Montessori. Ya va siendo hora... 

Aunque es imposible resumir una pedagogía como esta en un sólo post, si podemos incluir algunos de los rasgos principales.


La filosofía de la metodología Montessori, se basa en dar a cada niño lo que ha de hacer en su propio presente, a su debido tiempo, de ahí la importancia de los periodos sensitivos. Como ya vimos en "Ni a sol, ni a sombra" los periodos sensitivos son un proceso natural que vive el niño, durante el cual posee una mayor sensibilidad para aprender un aspecto concreto del mundo que nos rodea.

La idea es que, maestros y padres promovamos un proceso pedagógico conociendo qué etapa sensitiva está despierta en el niño, así él es concsciente de lo que es capaz de hacer y llegue a un nivel de perfeccionamiento en ese aprendizaje que difícilmente alcanzará en otro momento de su vida. Esto le da una seguridad y una autoestima que impulsará a la motivación intrínseca para seguir mejorando.

Otro de los aspectos fundamentales del método Montessori es el ambiente que rodea al niño: debe estar cuidadosamente preparado, contemplando el contacto con el aire libre (ampliando el aula al exterior), motivador, inclusivo y adaptado física y emocionalmente a los intereses de los niños.

Los niños de 0 a 3 años son esponjas que absorben el conocimiento a través de los sentidos. Es una etapa de cambios muy rápidos en todos los sentidos. De 3 a 6 años los cambios son más lentos pero más notables a nivel cognitivo ya que ellos ya van tomando consciencia de los mismos, de modo que empiezan a trabajar la voluntad y la independencia. 


En el próximo post hablaremos de cada uno de los periodos sensibles de esta etapa y de la manera en que podemos estimularlos. ¡Son los deberes de Semana Santa...!

No hay comentarios:

Publicar un comentario