jueves, 4 de junio de 2015

Globalización

No todo está inventado. Realmente es asombroso como cada vez que entras en la red ves algo nuevo y sorprendente. Desde que soy maestra recibo y detecto mucha más información relacionada con el mundo de la educación que antes, a pesar de que siempre me ha interesado. Es lógico, tus círculos se amplían con gente del mundillo y entre todos los curiosos vamos nutriendo un depósito de conocimiento que siempre es útil compartir. Así es como nacen muchos de estos posts; como este, por ejemplo.


Hay muchas teorías que confirman que los modelos curriculares occidentales están centrados principalmente en el desarrollo del hemisferio izquierdo, que se encarga de las funciones de lenguaje y la lógica-matemática, así como la memoria, la planificación y la expresión; mientras que el derecho siempre se ha asociado a la parte más creativa y artística junto a la emocional. En base a esta división se ha elaborado un currículo por el que en las aulas (sobre todo a partir de primaria) se trabaja uno u otro hemisferio, pero no ambos de manera simultánea. Qué curioso siendo dos partes de un mismo órgano cuyas funciones definen y conforman a cada individuo como un todo. Es difícil encontrar a alguien que sólo disponga de habilidades creativas o artísticas y no disponga de memoria... o que sea un lince para expresarse y nunca transmita emoción en lo que dice... 

Hoy en día, y en Educación Infantil de manera habitual, la educación globalizada se basa en ofrecer a los niños actividades que permitan desarrollarse de manera integral, como un todo. Esta corriente pedagógica pretende evitar la compartimentación del conocimiento para ofrecerlo al alumno de forma holística y transversal, trabajando desde un mismo tema y a través de una sola tarea el mayor número de áreas de aprendizaje y de habilidades posibles.


No tengo idea de las consecuencias a nivel cognitivo pero voy a probarlo.

Pero no todo es el cerebro, en el aprendizaje entran muchas destrezas que son imprescindibles para el desarrollo del resto de aprendizajes. La motricidad fina por ejemplo es el trampolín para el salto a la escritura. Requiere un entrenamiento y una práctica constante desde una edad bien temprana. Como decíamos, navegando encontré esto que me parece un "minikit" Montessori para la trabajar la motricidad fina en cualquier lugar.


Habréis observado que estos deberes de verano son sencillos y cómodos de trasladar, ¡no hay excusa!

No hay comentarios:

Publicar un comentario